La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del
niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación.
Esta motricidad se refiere a los movimientos realizados por
una o varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son
movimientos de mas precisión.
Se cree que la motricidad fina se inicia hacia el año y
medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje, empieza a emborronar y pone
bolas o cualquier objeto pequeño en algún bote, botella o agujero.
La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y
un aprendizaje largo para la adquisición plena de cada uno de sus aspectos, ya
que hay diferentes niveles de dificultad y precisión.
Para conseguirlo se ha de seguir un proceso cíclico: iniciar
el trabajo desde que el niño es capaz, partiendo de un nivel muy simple y
continuar a lo largo de los años con metas más complejas y bien delimitadas en
las que se exigirán diferentes objetivos según las edades.
Los aspectos de la motricidad fina que se pueden trabajar
más tanto a nivel escolar como educativo en general, son:
- Coordinación viso-manual
- Motricidad facial
- Motricidad fonética
- Motricidad gestual
A continuación dejamos un video con actividades que se pueden trabajar con niños para desarrollar este tipo de psicomotricidad.
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